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¿Sabes realmente cuáles son los riesgos a los que tus hijos se enfrentan en internet? En la era digital, el acoso escolar, el ciberacoso, el grooming y los retos virales peligrosos se han convertido en unas de tantas amenazas reales que pueden afectar la seguridad y el bienestar de tus seres queridos.

Estos riesgos, aunque diferentes en su naturaleza, comparten similitudes sorprendentes en cuanto a las señales de advertencia y las acciones que se deben tomar. Si no estás familiarizado con estos temas, aquí encontrarás información vital sobre qué son, cómo detectar si tu hijo es víctima y qué hacer en caso de que se encuentre en una situación preocupante.

¡Prepárate para descubrir cómo proteger a tus hijos en el mundo digital! Si deseas más información, por favor despliega las siguientes opciones:

¿Qué es?

El acoso escolar o bullying es cuando una persona utiliza su poder o fuerza para dañar, intimidar o molestar repetidamente a otra persona que se encuentra en una posición más vulnerable. Este tipo de comportamiento puede ser físico o verbal. El bullying puede incluir insultos, golpes, amenazas, burlas o exclusión intencionada. Es importante destacar que el bullying es un comportamiento injusto y dañino que puede tener consecuencias negativas en la salud y el bienestar de la persona afectada.

Señales para detectarlo

Identificar si tu hijo es víctima de acoso escolar o bullying puede ser un desafío, pero hay algunas señales que podrían indicar que está ocurriendo. Aquí hay algunos indicadores a tener en cuenta:

  • Cambios en el comportamiento: Presta atención a cualquier cambio significativo en el comportamiento de tu hijo, como volverse más reservado, ansioso, triste o agresivo. También pueden mostrar resistencia a ir a la escuela o cambios repentinos en su rendimiento académico.
  • Lesiones físicas inexplicables: Observa si tu hijo tiene moretones, rasguños u otras lesiones sin una explicación razonable. Estos pueden ser signos de violencia física por parte de acosadores.
  • Cambios en las relaciones sociales: Si tu hijo evita ciertos compañeros de clase o muestra dificultades para hacer amigos, podría ser una señal de que está siendo objeto de acoso. También pueden ser excluidos de actividades o grupos sociales.
  • Cambios emocionales: Presta atención a los cambios en el estado de ánimo de tu hijo, como irritabilidad, tristeza o miedo inexplicables. También pueden tener cambios en los patrones de sueño o apetito.
  • Pérdida de pertenencias: Si tu hijo constantemente pierde o daña sus pertenencias, podría ser una forma de intimidación y acoso por parte de otros estudiantes.
  • Comportamiento evasivo o retraído: Si tu hijo evita hablar sobre su día escolar, sus experiencias o muestra resistencia para ir a la escuela, podría ser una señal de que algo está mal.
  • Cambios en los patrones de sueño o apetito: Tu hijo puede presentar dificultades para dormir o experimentar cambios en el apetito, como pérdida o aumento de peso.

¿Qué hacer si mi hijo es víctima de acoso escolar?

Si descubres que tu hijo es víctima de acoso escolar o bullying, es importante que tomes medidas para ayudarlo y abordar la situación de manera efectiva. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

  • Escucha a tu hijo: Brinda un espacio seguro y abierto para que tu hijo pueda compartir sus experiencias y emociones. Escúchalo atentamente y demuéstrale tu apoyo incondicional. Valida sus sentimientos y asegúrale que no está solo/a.
  • Mantén la calma: Es comprensible que te sientas enojado/a o preocupado/a al enterarte del acoso que sufre tu hijo. Sin embargo, es importante mantener la calma y ser un apoyo tranquilo para él/ella.
  • Asegúrale que no es su culpa: Es fundamental que tu hijo sepa que el acoso no es su culpa. Hazle saber que nadie merece ser acosado y que él/ella tiene derecho a sentirse seguro/a y respetado/a en la escuela.
  • Comunícate con la escuela: Informa de inmediato a los profesores, consejeros escolares o directivos sobre la situación de acoso que está enfrentando tu hijo. Proporciona detalles específicos y solicita su intervención para resolver el problema.
  • Documenta y recopila pruebas: Anima a tu hijo a mantener un registro de los incidentes de acoso, incluyendo fechas, lugares y nombres de los acosadores. Si es posible, recopilen evidencias como mensajes, capturas de pantalla o testimonios de testigos.
  • Fomenta habilidades de afrontamiento: Ayuda a tu hijo a desarrollar habilidades para afrontar el acoso, como ignorar al acosador, mantener la calma y buscar apoyo de adultos de confianza. Enseña a tu hijo a establecer límites y a pedir ayuda cuando sea necesario.
  • Busca apoyo adicional: Considera buscar ayuda de un psicólogo, consejero escolar u otro profesional de la salud mental que pueda brindar apoyo y orientación tanto a tu hijo como a ti. El apoyo emocional puede ser fundamental para ayudar a tu hijo a superar el impacto del acoso.
  • Colabora con otros padres y la comunidad escolar: Trabaja en conjunto con otros padres y la comunidad escolar para abordar el problema del acoso. Participa en programas de prevención y concienciación, y promueve un entorno escolar seguro y libre de acoso.
  • Promueve la empatía y el respeto: Educa a tu hijo y a otros sobre el impacto del acoso y la importancia de tratar a los demás con respeto y empatía.

¿Qué es?

El ciberacoso, también conocido como ciberbullying, es el uso de la tecnología, como internet o dispositivos electrónicos, para acosar, intimidar, humillar o molestar a otras personas. Implica el envío de mensajes ofensivos, amenazantes o difamatorios, la difusión de rumores o imágenes vergonzosas, el acoso en redes sociales, la suplantación de identidad o cualquier otro comportamiento hostil y perjudicial realizado a través de medios digitales.

A diferencia del acoso escolar tradicional, el ciberacoso puede ocurrir las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y el acosador puede ocultar su identidad y mantener el anonimato, lo que dificulta su detección. El ciberacoso puede tener graves consecuencias emocionales, psicológicas y sociales para la persona afectada, causando estrés, ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas.

Es importante tomar en serio el ciberacoso y tomar medidas para prevenirlo y abordarlo. Tanto los jóvenes y niños como los adultos, deben ser conscientes de los peligros del ciberacoso y promover un entorno en línea seguro y respetuoso.

Señales para detectarlo

Identificar si tu hijo es víctima de ciberacoso o ciberbullying puede ser un desafío, pero hay algunas señales que podrían indicar que está experimentando esta forma de acoso en línea. Aquí hay algunas formas de identificar si tu hijo es víctima de ciberacoso:

  • Cambios en el comportamiento en línea: Observa si tu hijo se muestra ansioso, molesto, con miedo o evita usar dispositivos electrónicos o las redes sociales.
  • Cambios emocionales: Presta atención a los cambios de humor repentinos, como tristeza, irritabilidad, depresión o enojo, especialmente después de usar internet o las redes sociales.
  • Retraimiento social: Si tu hijo comienza a aislarse, evita actividades sociales o se muestra reacio a salir de casa, esto podría ser un indicio de que está sufriendo ciberacoso.
  • Problemas escolares: Observa si hay una disminución en el rendimiento académico, falta de interés en la escuela, ausencias frecuentes o quejas de malestar físico relacionado con la escuela.
  • Cambios en los patrones de sueño o alimentación: Si tu hijo tiene dificultades para dormir, pesadillas frecuentes, pérdida o aumento repentino de peso, esto puede ser una señal de que algo anda mal.
  • Comportamiento reservado o secreto: Si tu hijo muestra un comportamiento excesivamente reservado sobre su actividad en línea, evita hablar sobre lo que sucede en internet o se muestra muy reservado sobre sus interacciones en las redes sociales, podría indicar que está ocultando algo relacionado con el ciberacoso.
  • Baja autoestima o falta de confianza en si mismo: Si notas que muestra una disminución en su confianza, se critica constantemente a sí mismo, se siente inferior o menos valioso, es importante prestar atención.
  • Mostrar signos de autolesiones o pensamientos suicidas: Si observas que se hacen daño físicamente, muestran cicatrices inexplicables o expresan pensamientos autodestructivos, es importante tomarlo en serio.

¿Qué hacer si mi hijo es víctima de ciberacoso?

Si descubres que tu hijo es víctima de ciberacoso o ciberbullying, es importante actuar de manera rápida y efectiva. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

  • Escucha a tu hijo: Bríndale un espacio seguro para que pueda hablar abiertamente sobre su experiencia. Escucha sus preocupaciones, emociones y cualquier detalle relevante sobre el acoso que está sufriendo.
  • Ofrece apoyo emocional: Asegúrale a tu hijo que estás ahí para apoyarlo incondicionalmente. Valida sus sentimientos y tranquilízalo de que no es su culpa. Anímalo a compartir sus emociones contigo y a buscar tu ayuda.
  • Documenta las pruebas: Pide a tu hijo que guarde cualquier evidencia del ciberacoso, como capturas de pantalla, mensajes o publicaciones ofensivas. Esto puede ser útil más adelante al informar del caso.
  • Bloqueo y reporte: Ayuda a tu hijo a bloquear al acosador en las plataformas o redes sociales donde ocurre el acoso. Asegúrate de que sepa cómo utilizar las herramientas de reporte para denunciar el comportamiento inapropiado.
  • Reporte a la plataforma: Informa del acoso a la plataforma o red social correspondiente. Utiliza las opciones de denuncia disponibles y proporcione toda la información relevante sobre el acosador y las acciones de acoso.
  • Comunícate con la escuela: Si el acoso involucra a compañeros de clase, ponte en contacto con el personal de la escuela para informarles sobre la situación. Trabaja en conjunto con ellos para abordar el problema y garantizar la seguridad de tu hijo en el entorno escolar.
  • Fomenta el bienestar digital: Ayuda a tu hijo a fortalecer su seguridad en línea. Enséñale sobre la importancia de la privacidad, cómo configurar opciones de privacidad en sus cuentas y la importancia de no compartir información personal con extraños en línea.
  • Busca apoyo profesional: Considera buscar la ayuda de un terapeuta, consejero escolar o experto en ciberacoso. Estos profesionales pueden brindar apoyo emocional adicional y ofrecer estrategias para lidiar con el acoso y recuperarse de la experiencia traumática.
  • Contacta a las autoridades: Si el acoso incluye amenazas graves, violencia o contenido ilegal, es importante comunicarse con las autoridades locales, como la policía, para que puedan investigar el caso.

¿Qué es?

El grooming es una práctica en la cual un adulto, a través de medios digitales como internet o redes sociales, establece una relación de confianza con un menor de edad con el objetivo de ganar su afecto y manipularlo para obtener ventajas sexuales o explotarlo de alguna manera. El adulto puede utilizar técnicas de manipulación emocional, regalos, cumplidos y conversaciones engañosas para ganarse la confianza del menor. El grooming es peligroso y puede tener consecuencias graves para la víctima, como abuso sexual, explotación o extorsión. Es importante estar atentos a las señales de grooming y tomar medidas para proteger a los menores de este tipo de abuso en línea.

Señales para detectarlo

Identificar si tu hijo es víctima de grooming puede ser desafiante, pero aquí hay algunas señales que podrían indicar su presencia:

  • Cambios bruscos en el comportamiento: Tu hijo puede mostrar cambios significativos en su comportamiento, como volverse retraído, temeroso, ansioso o agresivo. También pueden aparecer cambios repentinos en su estado de ánimo, mostrándose triste, deprimido o irritable.
  • Problemas emocionales y psicológicos: Pueden surgir problemas emocionales y psicológicos, como pesadillas, cambios en el apetito o el sueño, regresión en el desarrollo, miedos o fobias inexplicables, y dificultades para concentrarse.
  • Comportamiento sexual inapropiado: Tu hijo puede mostrar conocimientos, lenguaje o comportamiento sexual inapropiado para su edad. Puede exhibir interés excesivo o evitación extrema de temas relacionados con el sexo. También puede tener un conocimiento detallado de prácticas sexuales inapropiadas para su edad.
  • Problemas físicos: Pueden aparecer problemas físicos inexplicables, como dolor abdominal, dolor genital, moretones, heridas o lesiones.
  • Cambios en las relaciones y en la interacción social: Tu hijo puede experimentar cambios en sus relaciones con amigos, familiares o compañeros de clase. Puede volverse más aislado, evitar el contacto físico o emocional, o tener dificultades para establecer relaciones saludables.
  • Secretismo y evasión: Tu hijo puede volverse muy reservado y evitar hablar sobre ciertos temas o situaciones. Puede sentir miedo de hablar sobre lo que está sucediendo o temor a represalias.
  • Dificultades en el rendimiento escolar: El grooming puede afectar el rendimiento académico de tu hijo. Puede mostrar una disminución en el interés por el estudio, dificultades de concentración o incluso negarse a asistir a la escuela.
  • Preocupación extrema por la higiene y la limpieza: Puede observarse una preocupación excesiva por la higiene personal, como lavado frecuente de ciertas áreas del cuerpo o una obsesión por sentirse "limpio".
  • Evitación de personas o lugares: Tu hijo puede mostrar una clara evitación de personas o lugares específicos relacionados con el abuso (Si hubo algún contacto físico sexual). Puede tener miedo de encontrarse con el abusador o evitar situaciones que le recuerden el incidente.
  • Tiempo excesivo en línea, en privado y de noche: El hecho de que tu hijo pase mucho tiempo en línea, especialmente en secreto y durante horas nocturnas, puede indicar que está siendo manipulado y controlado por un posible agresor.
  • Ocultar o proteger de manera excesiva su actividad en línea: Si notas que tu hijo oculta o protege excesivamente su actividad en línea, como cerrar rápidamente ventanas o apagar la pantalla cuando alguien se acerca, podría ser una señal de que está siendo víctima de grooming.
  • Recibe cosas que no puede explicar su origen: Si tu hijo está recibiendo llamadas telefónicas, mensajes de texto, dinero o regalos de alguien desconocido, esto podría ser una señal de que está siendo víctima de grooming. Los agresores pueden utilizar estas tácticas para ganarse la confianza del niño y manipularlo.
  • Interés por nuevos amigos mayores: Tu hijo puede mostrar un entusiasmo inusual por comunicarse con estas personas y puede parecer obsesionado con mantener la conexión en línea.
  • Compartir información personal o íntima en línea: Los agresores pueden manipular a los niños para que revelen información confidencial, como su nombre completo, dirección, número de teléfono o detalles personales. Tu hijo puede parecer demasiado confiado al proporcionar estos datos a personas desconocidas en línea, incluso sin darse cuenta de los riesgos asociados.
  • Dispositivos electrónicos o cuentas secretas: Si descubres que tu hijo tiene dispositivos electrónicos adicionales o cuentas en redes sociales secretas, esto puede indicar que está involucrado en una situación de grooming. Tu hijo puede sentir la necesidad de ocultar estas actividades debido a la manipulación o el chantaje del agresor.

¿Qué hacer si mi hijo es víctima de grooming?

Si descubres que tu hijo es víctima de grooming, es importante tomar medidas inmediatas para protegerlo. Aquí hay algunas acciones que puedes tomar:

  • Prioriza la seguridad de tu hijo: Si hay un peligro inmediato o continuo, llama a las autoridades locales o a los servicios de emergencia para garantizar la seguridad de tu hijo.
  • Brinda apoyo emocional: Escucha a tu hijo con comprensión y empatía. Hazle saber que no es culpable y que estás ahí para ayudarlo y apoyarlo en todo momento. Asegúrale que lo amas y que lo crees.
  • Bloquear al acosador: Bloquear al acosador en todas las plataformas en línea y evita cualquier tipo de contacto con él. Ayuda a tu hijo a configurar la privacidad en sus perfiles en redes sociales y asegúrate de que solo esté conectado con personas de confianza.
  • Busca asistencia médica: Es importante llevar a tu hijo a un profesional de la salud para recibir una evaluación y cualquier tratamiento necesario. Los profesionales médicos pueden brindar atención especializada y recopilar pruebas forenses si es necesario.
  • Documenta todas las pruebas posibles: Guarda capturas de pantalla de las conversaciones, correos electrónicos u otra evidencia relevante. Esto será útil si necesitas presentar una denuncia o reportar el caso a las autoridades.
  • Reporta el incidente o abuso a las autoridades correspondientes: Contacta a la policía local, la unidad de delitos cibernéticos o los servicios de protección infantil para informar sobre la situación. Proporciona todas las pruebas y detalles necesarios.
  • Comunícate con la escuela: Informa a los directores, consejeros escolares u otros profesionales en la escuela sobre la situación. Ellos pueden brindar apoyo y tomar medidas para garantizar la seguridad de tu hijo en el entorno escolar.
  • Busca ayuda profesional: Busca la ayuda de terapeutas especializados en abuso sexual infantil. El apoyo terapéutico puede ayudar a tu hijo a procesar el trauma y desarrollar estrategias de afrontamiento saludables.
  • Mantén la comunicación abierta: Mantén un canal de comunicación abierto y constante con tu hijo. Anímalo a compartir cualquier preocupación o incidente adicional y bríndale el apoyo necesario.

¿Qué es?

Los retos virales peligrosos son desafíos o actividades que se popularizan rápidamente en las redes sociales y que implican realizar acciones peligrosas o arriesgadas. Estos retos suelen ser impulsados por la búsqueda de atención, popularidad o la necesidad de encajar en un grupo. A menudo, los participantes son desafiados a realizar actos dañinos para sí mismos o para otros, sin tener en cuenta los posibles riesgos o consecuencias negativas. Estos retos pueden incluir desde acciones físicas peligrosas hasta el consumo de sustancias tóxicas, y pueden tener un impacto negativo en la salud física, emocional y psicológica de las personas involucradas que pueden terminar en suicidio. Es importante estar consciente de los riesgos asociados con los retos virales peligrosos y fomentar un uso responsable de las redes sociales, evitando participar en actividades que pongan en peligro la seguridad y el bienestar de uno mismo y de los demás.

Señales para detectarlos

Las señales para identificar si tu hijo está participando en retos virales peligrosos pueden variar dependiendo del contexto y la situación específica, pero aquí hay algunas señales comunes para tener en cuenta:

  • Cambios en el comportamiento: Observa si tu hijo muestra cambios repentinos en su comportamiento, como volverse más reservado, irritable, ansioso o distante.
  • Heridas o lesiones inexplicables: Presta atención a cualquier marca o lesión física inexplicable que pueda indicar que tu hijo se está lastimando como parte de un reto viral peligroso.
  • Uso excesivo de dispositivos electrónicos: Si notas que tu hijo pasa una cantidad excesiva de tiempo en línea y muestra una obsesión por estar conectado a las redes sociales, esto puede indicar su participación en retos virales peligrosos.
  • Cambios en los patrones de sueño: Observa si tu hijo muestra cambios significativos en sus patrones de sueño, como quedarse despierto hasta altas horas de la noche para participar en retos virales o estar constantemente cansado debido a la falta de sueño.
  • Aislamiento social: Si tu hijo se retira de sus amigos y familiares, evita participar en actividades sociales o muestra una disminución en su interés por las cosas que solía disfrutar, podría ser un indicio de que está involucrado en retos virales peligrosos.
  • Uso de lenguaje o hashtags relacionados: Observa si tu hijo utiliza lenguaje o hashtags relacionados con retos peligrosos en sus publicaciones en redes sociales, ya que esto puede indicar su participación en estos desafíos.

¿Qué hacer si mi hijo está participando en estos retos?

Si descubres que tu hijo está participando en retos virales peligrosos, es importante actuar de inmediato. Aquí hay algunas acciones que puedes tomar:

  • Mantén la calma y escucha a tu hijo: Bríndale un espacio seguro para que pueda compartir contigo lo que está sucediendo. Escucha sin juzgar y asegúrale que estás ahí para ayudarlo.
  • Conversa sobre los riesgos: Explícale a tu hijo los peligros y consecuencias de participar en retos virales peligrosos. Hazle entender las posibles lesiones físicas, daños emocionales y las implicaciones legales asociadas.
  • Detén la participación: Si tu hijo está participando activamente en un reto viral peligroso, explícale la importancia de dejar de hacerlo de inmediato. Ayúdalo a comprender los riesgos y la importancia de su seguridad.
  • Documenta la evidencia: Si tu hijo ha sido víctima de algún reto viral peligroso, recopila cualquier evidencia relevante, como capturas de pantalla, mensajes o videos. Esta evidencia puede ser útil para tomar medidas adicionales, como informar a las autoridades o a la escuela.
  • Reporta y bloquea: Ayuda a tu hijo a bloquear, reportar cualquier contenido relacionado y denunciar a las personas involucradas con los retos virales peligrosos en las plataformas de redes sociales. Esto puede ayudar a limitar la exposición a los perpetradores y evitar que otros caigan en la misma situación.
  • Busca apoyo profesional: Si tu hijo ha sido víctima de retos virales peligrosos y está experimentando angustia emocional, considera buscar apoyo de un profesional, como un psicólogo o consejero escolar. Ellos pueden ayudar a tu hijo a procesar y superar cualquier trauma o efecto negativo.
  • Educa sobre el uso seguro de Internet: Continúa educando a tu hijo sobre la importancia de mantenerse seguro en línea. Enséñale a establecer límites saludables en el tiempo de pantalla, a no compartir información personal con desconocidos y a reportar cualquier comportamiento inapropiado.

Es importante establecer un acuerdo entre padres e hijos para navegar juntos por el mundo digital y garantizar la seguridad y el bienestar de todos:

Padres:

  • Me propondré hablar con mis hijos sobre los riesgos de las redes sociales y los ayudaré a establecer su configuración de privacidad en seguridad alta para mantenerlos protegidos mientras se divierten y aprenden en línea.
  • Le preguntaré a mi hijo si estaría bien si me diera sus contraseñas por motivos de seguridad y le aseguraré qué no iré a sus sitios sin su conocimiento.
  • Haré un esfuerzo para involucrarme con mis hijos en línea, especialmente si me invitan a ver sus sitios favoritos o jugar a sus juegos favoritos.
  • Si mi hijo pide reunirse con un extraño en la vida real, qué conoció en línea, me sentaré con él y le explicaré los peligros qué eso conlleva. Mantendré la mente abierta y ofreceré ir con él a la reunión. Si algo parece sospechoso, no dudaré en decir qué no y le informaré a mi hijo el por qué no se le permite ir.
  • Si mi hijo publica una foto o un video de él o de sus amigos en línea qué me parece inapropiado o qué compromete su seguridad, hablaré con él sobre las consecuencias y la permanencia de publicar fotos o videos en línea y le pediré con toda calma qué lo elimine de su sitio.
  • Escucharé a mi hijo cuándo me hable sobre lo que sucede en línea, y si ocurre un problema, cómo qué mi hijo sea víctima de ciberacoso, mantendré la calma y lo apoyaré durante toda la situación e informaré sobre cualquier abuso a las autoridades.

Hijos:

  • Lo pensaré dos veces antes de publicar información personal como mi nombre completo, dirección, número de teléfono, el nombre de mi colegio o cualquier otra cosa que pueda poner en peligro a mis seres queridos o a mí mismo.
  • Antes de publicar fotos o videos de mí o de mis amigos en línea, consideraré mis acciones y, si no estoy seguro de si pueden agregarse, le preguntaré a mis padres.
  • Haré un esfuerzo para incluir a mis padres en mis actividades en línea, cómo mostrarles mis sitios web favoritos o preguntarles si quieren jugar mis juegos favoritos conmigo.
  • Recordaré preguntarle a mis padres antes de descargar algo de alguien que no conozco o de un sitio web en el que no confío. También haré todo lo posible para evitar descargar de forma gratuita cosas por las que regularmente tendría qué pagar, y si realmente quiero descargar música o videos ilegalmente, hablaré con mis padres y veré si, en vez de eso, hay alguna manera de comprarlos.
  • Haré todo lo posible para mantener mis contraseñas a salvo y seguras, y abstenerme de decirle a alguien (ni siquiera a mis mejores amigos) cuáles son.
  • Si quiero conocer a alguien en la vida real que antes solo había en línea, lo discutiré primero con mis padres y estableceré las medidas de seguridad adecuadas con ellos. Si dicen que prefieren que no conozca a la persona, respetaré sus deseos, porque es por mi propia seguridad.
  • Mientras estoy en línea, seré cauteloso y confiaré en mis instintos. Si algo parece sospechoso o me hace sentir incómodo, deprimido o enojado, se lo diré a mis padres y decidiremos juntos qué hacer.

Otras recomendaciones:

  • Asegúrate de que tus hijos se desconecten de los dispositivos con frecuencia.
  • Se amigo de tus hijos en las redes sociales, controla la actividad de su cuenta regularmente y saber quiénes son sus otros amigos.
  • Recuérdale a tus hijos que las redes sociales presentan un carrete falso destacado de la vida de los demás.
  • Discute cualquier publicación alarmante o preocupante con tus hijos.
  • Establece momentos en los que pueden o no conectarse y por cuánto tiempo.
  • Recuérdale a tus hijos que las acciones en línea tienen consecuencias.
  • Las palabras que escriben los niños y las imágenes que publican tienen consecuencias fuera de línea.
  • Los niños deben publicar solo lo que les resulte cómodo que vean los demás.
  • Dile a los niños que limiten las publicaciones o contenido que comparten.
  • Ayuda a tus hijos a comprender qué información debe permanecer privada.
  • Revisa la lista de amigos de tu hijo. Sugiere a tus hijos que limiten los "amigos" en línea a personas que realmente conocen. Pregunta con quién están hablando en línea.

Sophie

Chica alegre, valiente y confía en los demás, pero pensando en las consecuencias de sus actos, aunque es algo introvertida y no parece tener mucha confianza en sí misma.

Motivada en ayudar al prójimo.

Le gusta aprender cosas nuevas.

Es inocente (corazón puro) y crédula (exceso de confianza), por lo que se pueden aprovechar de su confianza.

Atributos:

Estudiante promedio de la Academia de CyDog. Proviene del mundo hogar, intentará aprender lo suficiente para entrar en el reclutamiento de los ciberhéroes.

Objetivo:

Como todos los estudiantes de la Academia CyDog, aspiran a ser ciberhéroes, con la intención de derrotar toda la red de la emperatriz del cibermal.

Pasado:

Le prometió a su hermano mayor nunca entrar en las redes sociales antes de los 13 años. Aún es un misterio el porqué de esa promesa, y que le pasó al hermano que lleva 4 años desaparecido, aunque sospecha que su desaparición está relacionada con la emperatriz del cibermal.

Hax

Al inicio puede verse como alguien confiable y es muy extrovertido.

Al parecer tiene una relación con algo desconocido y hablan cuando no hay nadie cerca.

Atributos:

Estudiante de gran nivel de la Academia de CyDog. Aunque proviene del mundo Ingeniería social, viene del área suburbana, donde están en contra de la emperatriz del cibermal. Conoce muchos tipos de engaños digitales, trampas, suplantaciones, porque creció en ese medio.

Objetivo:

Aspira ser ciberhéroe, pero su objetivo primordial es acabar con la emperatriz del cibermal, ya que, por su culpa, el planeta ingeniería social está en ese estado actual, lleno de ciberdelincuencia y problemas de seguridad.

Pasado:

Nació y creció en el área suburbana, donde se han engendrado 2 rebeliones contra la ingeniería social qué oscureció su planeta. Sueña que su planeta regrese a la situación de confianza y seguridad que era antes. Incluso este planeta antes se llamaba así: Confianza.  Su “padre” hace parte de la primera revolución anti ingeniería social, está capturado, pero su paradero es un total misterio.

Hax quiere liberar a su padre.